TRAS LA PECERA
Ayer estuve de sesión en el estudio. Hemos grabado una nueva versión de la sintonía de un programa de televisión, en total 20 segundos de música. Solamente para las tomas de tuba ya hizo falta una hora, podeis imaginar lo laborioso que resulta el proceso entero.
Por lo que a mi respecta intento siempre dar lo mejor de mi mismo, y en las sesiones de grabación el hecho de poder volver a grabar la toma las veces que sea necesario (siempre que el presupuesto y la resistencia lo permitan) ayuda a alcanzar un alto grado de rigor, tanto a nivel técnico como interpretativo, y siempre hay ánimo para una toma más para intentar susperarse.
Además, el poder reproducir el resultado inmediatamente permite por un lado identificar y corregir errores técnicos y por otro tomar cierta perspectiva para perfeccionar aspectos interpretativos hasta dar con un resultado que nos satisfaga tanto al productor como a mí sin necesidad de retoques y edición, que siempre deslucen la naturalidad y restan frescura.
Para ello es necesario que la comunicación entre ambos sea fluida, no por cantidad sino por calidad, es decir, llegar a consensuar las ideas musicales para poder buscar un objetivo común en cuanto a fraseo, articulación, intención, groove, etc….
Esto no siempre resulta fácil porque la música, como algo intangible y perceptivo que es, resulta muy difícil de explicar. Por este motivo en ocasiones resulta complicado identificar la idea o ideas que nuestro interlocutor nos quiere transmitir, incluso a veces resulta complejo discernir si nos habla de aspectos técnicos o interpretativos y esto aún se agudiza más si no proviene de nuestra misma tradición musical, porque el mundillo clásico, el del jazz o el del pop utilizan argots diferentes para referirse a las mismas cosas e incuso utilizan expresiones idénticas para cuestiones dispares.
En definitiva, como en todas las situaciones de la vida en las que la comunicación resulta imprescindible, saber interpretar y traducir a nuestro idioma personal las ideas del otro es la clave para una buena comunicación. El resto dependerá de nuestra habilidad para llevarlas a cabo…